sábado, 11 de junio de 2011

De sinceridades...

Podría hablar de tu diminuta cintura,
fácil a las manos, al abrazo.
Quiza hablar de tus facciones,
talladas con delicadeza y cuidado,
tersa piel en lugar de marmol.
Hablar de tus labios,
sensuales y carnoso,
primer ventana al placer,
a la humedad,
al gozo.
También de tu cuello,
altivo, elegante, hermoso.
De las esmeraldas de tu alma,
abismos pletóricos de secretos ventajosos.
Finalmente, hablar de tu cuerpo,
femenino, corvado, misterioso.
Lleno de partículas y enigmas,
de pasión y sexo alevoso.
Podríamos ahondar en los detalles,
pasar horas describiendo imágenes
sin conseguir el retrato idóneo.
Permíteme ser sincero:
Me gustas,
como me también me gustan otras,
elige tu (mujer deseada)
si serás la dueña de mis ojos.

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